Acerca de esta pintura, el propio Van Gogh escribió:
"He querido
dedicarme conscientemente a expresar la idea de que esa gente que, bajo la lámpara,
come sus patatas, con las manos que meten en el plato, han
trabajado también la tierra. Mi cuadro exalta pues, el trabajo manual
y el alimento que ellos mismos se han ganado tan honestamente.
He
querido que haga pensar en una manera de vivir completamente distinta a las
personas civilizadas. Así pues, no deseo en lo más mínimo que nadie lo
encuentre ni siquiera bello ni bueno.
Durante todo el
invierno, he tenido en mis manos el hilo de este tejido del cual buscaba el
modelo definitivo, y si ahora se ha vuelto un tejido de un aspecto rudo y
grosero, no es menos cierto que los hilos han sido elegidos con cuidado y
siguiendo ciertas reglas.
Por mi
parte, estoy convencido de que a la larga se obtienen mejores resultados
pintándolos en toda su rudeza que dándoles su primor convencional.
Con
su falda y camisa azules, cubiertas de polvo y remendadas, y que bajo el efecto
del tiempo, del viento y del sol, han tomado los más delicados matices. Una muchacha de una granja es, a mi parecer,
más hermosa que una dama; que se vista como una señora y todo lo que hay en
ella de verdadero desaparecerá.
Un aldeano es más bello entre los campos, con su
traje de fustán, que cuando va a la iglesia el domingo, acicalado como un
señor".
Fragmento de "Cartas a Theo"
Cuando pensamos en la obra de Van Gogh, automáticamente recordamos la explosión de colores, las pinceladas gruesas y esa perspectiva primitiva, casi "naif" que caracteriza sus pinturas. Pensar en Van Gogh es pensar en el arrebato, en el sufrimiento del artista por ser incomprendido en su época y, sin embargo, hoy en día es uno de los pintores más cotizados. Sin embargo y, paradójicamente, esta obra que presentamos hoy, "Los comedores de patatas", es considerada por Van Gogh uno de sus mejores cuadros ya que consiguió recrear el escenario perfecto de lo que pretendía transmitir. Su hermano Theo, al ver el entusiasmo del artista, le ayudó económicamente para que pudiera hacer algunas reproducciones en litografía y se pudieran vender a bajos precios.
Así, el Van Gogh que presentamos hoy no es el personaje esquizofrénico que se cortó la oreja alejado de toda realidad; es el artista que pretendía ofrecer una visión del mundo real; de lo que consideraba que era importante, aunque los demás no le prestaran importancia.
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