miércoles, 15 de agosto de 2012

LA OBRA DEL MES

                                                                                  Manet, "Olympia"
                                                                              Museo de Orsay, París

Pintada por Manet en 1863 y con total conciencia de que se iba a exponer en el "Salón de los rechazados", no fue expuesta hasta 1865 en el "Salón de París". El "Salón des Réfuses" era el lugar donde se exponían las obras que los miembros del jurado del Salón de París oficial rechazaban por no cumplir con las cualidades morales y algunas veces técnicas imperantes del momento. Así, Édouart Manet, pintor polémico en su época, parece que le agarró gusto a eso de exponer sus obras en el salón "no oficial" puesto que varias de sus pinturas fueron rechazadas y ésta en concreto, la pintó con toda la intención de que así fuera.

            ¿Por qué el rechazo? No fue por el desnudo en sí mismo, ya que en muchas otras obras y desde tiempos inmemoriales se venían representando de manera habitual desnudos  tanto de mujeres como de hombres. La incomodidad estribó en que generalmente, los desnudos eran ficticios, imaginarios, mitológicos o de una naturaleza no tan carnal como la que aquí nos ocupa. Pese a que los desnudos femeninos fueron muy habituales, lo que llamó la atención y causó conmoción fue la franqueza, la frialdad y el prosaísmo de un tema contemporáneo.  En el caso de nuestra "Olympia" se la representa como una prostituta parisina. Inspirándose en un cuadro del pintor italiano Tiziano "Venus de Urbino" de 1538, Manet emplea y modifica todos los elementos para provocar al espectador; Nuestra Olympia mira al público con desparpajo y si ningún tipo de candor ni pudor; lleva una sola zapatilla, lo cual muestra la pérdida de la inocencia; el perrito dulce dormido a los pies de la venus es sustituido por un gato despierto y al acecho. El gato, animal misterioso y caprichoso por excelencia fue un elemento tan fuerte para el público que a partir de ese momento se conoció al artista como "el pintor de los gatos". La flor con la que adorna su cabello no está elegida al azar: se trata de una orquídea, flor que siempre ha tenido connotación sexual y afrodisíaca. El ramo de flores con el que entra la criada era un regalo habitual de los clientes a las prostitutas de alto nivel.

              Así, un cuadro que puede parecer que representa algo "bonito" o un simple desnudo, se convierte en un elemento de comunicación y provocación con multitud de significados ocultos y una gran carga social y cultural.

Dato curioso: la mujer del cuadro, Victorine Meurent, además de modelo habitual en los cuadros de Manet, fue artista y amante de Nadar, el gran fotógrafo. Desafortunadamente, casi toda su obra se encuentra perdida hasta el momento.

                                                                           Tiziano, "Venus de Urbino"
                                                                           Galleria degli Uffizi, Florencia

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