La servilleta es un utensilio básico a la hora de comer y, ya sea de papel o de tela, todos necesitamos una (yo, particularmente, a veces necesito más de una). Sin embargo, la servilleta es un invento más reciente de lo que podemos imaginarnos. En el siglo XV, era costumbre que en los banquetes se atara a la silla de cada uno de los comensales un conejo decorado con cintas o lazos. Así, los ilustres invitados podían limpiarse en el pelo del pobre animalito. En uno de esos banquetes, y apasionado por la gastronomía y los modales en la mesa, Leonardo da Vinci ideó un elemento que fuera más práctico, higiénico y pulcro: ¡¡la servilleta!! Se trataba de un trozo de tela que se le daba a cada comensal para que se limpiara. Sin embargo, la idea no fue exitosa desde el inicio, ya que los convidados no entendieron la función y, algunos se sentaron sobre ella, otros se limpiaron la nariz y otros la lanzaban en forma de juego. Curioso ¿no?
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